La acelerada urbanización de la Ciudad de México ha ocurrido en forma desordenada y con graves afectaciones para el medio ambiente.

 

Este fenómeno es una expresión de los ritmos y modalidades del crecimiento demográfico, relacionadas con la modernización de la infraestructura, las condiciones económicas diferenciadas entre las comunidades rurales y la gran ciudad.

 

otros factores importantes han sido el gran despliegue de la promoción inmobiliaria, así como la expansión de asentamientos populares e invasión irregular de baldíos y áreas protegidas.

 

Lo anterior, ha implicado la persistente expansión del área urbana sobre zonas rurales, lo que se traduce en el cambio continuo de usos del suelo; en un primer momento, de forestal a agrícola, y posteriormente, se transforma en asentamientos industriales y urbanos de diversos tipos.